viernes, 21 de noviembre de 2008

Vida III

hay un niño que vive en mi que no entiende que sufre a dispensas de mí que un mundo no le basta que a lo desconocido se avanza con vasta confianza en sí mismo y en lo que ha creido pero se encuentra lejos de lo que pienso y siento se ha hecho el ya más que yo y lo amo y lo siento volando, en el aire desordena los pensamientos que le quedan claros para lograr entender la vida, el universo y  todo lo demás y justamente cuando cree que lo tiene todo descifrado se va al suelo una vida de intensos momentos tan lejos que borrosos entran en memorias de ensueños de rimas y sacrilegios todos fundiéndose en mis pequeños miedos que en momentos se hacen polvo en el aire y en momentos se hacen huesos en mi carne y si entiendo quizás logre complacer a ese niño pero entender es capturar el momento con el alma porque todo se borrará cuando quede lejos la memoria y la telaraña la cubra será sólo un recuerdo, procuro entender los misterios en su debido momento y los tendré amarrdos a mi alma, para siempre que pueda visitar el rincón tan rojizo donde el corazón hace caso omiso a los poderosos y torpes diálogos de la razón donde me siento en un hogar donde es mucho más lo que sentimos que lo que tenemos donde la vida se hace un libro a mitad esperando tus huellas para escribir para siempre una historia de un alma entregándose al momento, al tiempo, al silencio dejándose llevar por el rugido del viento...